La pérdida de diversidad biológica avanza rápidamente y sin
interrupción. En los últimos 50 años, los seres humanos hemos cambiado los
ecosistemas con más rapidez y en mayores proporciones que en ningún otro
periodo comparable de la historia de la humanidad. La superficie de los bosques
tropicales, de muchos humedales y de otros hábitats naturales se está
reduciendo. Se extinguen especies mil veces más que los índices históricos del
pasado de la Tierra. No hay indicios de que las causas directas de la pérdida
de diversidad biológica (el cambio del hábitat, la explotación excesiva, la
introducción de especies exóticas invasoras, la carga de nutrientes y el cambio
climático) vayan a desaparecer. Pero cuanto más avanza la pérdida de diversidad
biológica, somos más conscientes de su importancia. Porque la diversidad
biológica es el elemento central del que depende totalmente la vida de los
seres humanos. Los ecosistemas biodiversos no sólo proporcionan bienes
esenciales (alimentos, agua, fibras, medicamentos) sino también servicios
irremplazables, entre otros el control de las enfermedades y de la erosión del
suelo, la purificación del aire y del agua y oportunidades de reflexión
espiritual. Sin embargo, 15 de los 24 servicios examinados por los estudiosos
están ya en franco deterioro.
Entre ellos, el abastecimiento de agua dulce, la producción pesquera
marina, el número y la calidad de los lugares de valor espiritual y religioso,
la capacidad de purificación de la atmósfera frente a la contaminación, el
control de los desastres naturales y la capacidad de los ecosistemas agrícolas
para luchar contra las plagas.
Por otra parte, las contribuciones de los ecosistemas a las sociedades
humanas parecen hacerse más evidentes a medida que se aceleran los cambios en
el medio ambiente. Los ecosistemas biodiversos tienden a tener una mayor
capacidad de recuperación y, por consiguiente, tienen mejores condiciones de
adaptación a un mundo cada vez más impredecible. El cambio climático ocasionará
fenómenos climatológicos más extremos, contra los cuales los ecosistemas
intactos pueden ofrecer protección física. Los niveles más altos de
contaminación demandarán un incremento de los procesos de descontaminación,
servicio que prestan los humedales sanos.
Es triste que quienes ya experimentan la pobreza vayan a ser los más
afectados por la pérdida de diversidad biológica. Los pobres de las zonas
rurales dependen de los ecosistemas para sus necesidades cotidianas y para que
los ayude a sobrellevar tiempos difíciles. Cuando se produce una interrupción
en los servicios que prestan los ecosistemas, las personas desfavorecidas no
tienen medios para sustituirlos. Sin embargo, una gestión adecuada de los
ecosistemas podría proporcionar una vía de escape a la pobreza. Por el
contrario, la gestión indebida es la garantía de que jamás se logren los
objetivos de desarrollo. El camino a seguir no es fácil. El logro de un
desarrollo verdaderamente sostenible obliga a reconsiderar los actuales
paradigmas económicos y a rechazar las soluciones a corto plazo que, a la
larga, no llevan a ninguna parte.
La preocupación por la pérdida de diversidad biológica y el
reconocimiento de la función fundamental que desempeña apoyando la vida humana
motivaron la creación, en 1992, del Convenio sobre la Diversidad Biológica. El
convenio abarca tres objetivos complementarios y de igual importancia: la
conservación de la diversidad biológica, el uso sostenible de sus componentes,
y distribución justa y equitativa de los beneficios provenientes de la
utilización de recursos genéticos.
Un acuerdo necesario, urgente
La participación en el convenio es prácticamente universal, indicio de
que la sociedad de nuestro planeta es plenamente consciente de la necesidad de
obrar conjuntamente para asegurar la supervivencia de la vida en la Tierra. En
2002, la Conferencia de las Partes en el Convenio aprobó un Plan Estratégico,
con la misión de “lograr, para el año 2010, una reducción significativa del
ritmo actual de pérdida de la diversidad biológica, a nivel mundial, regional y
nacional, como contribución a la mitigación de la pobreza y en beneficio de
todas las formas de vida en la Tierra”.
EQUIPO:
- Karen Aguayo Medina
- Joselly Zujeily Luna Reyes
- Elias Ruíz Moreno
- Yotzeli Alejandra Huerta Chávez
- Ericka Yazmin Martínez Reyna
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