Como equipo nos llamó mucho la atención los
alimentos precocinados o prefabricados, y nos pusimos a investigar sus ventajas
y desventajas, ver de qué manera se pueden consumir estos productos sin que
afecte a nuestra salud.
Primeramente, las ventajas de estos productos es que son de larga conservación, son fáciles de preparar y son muy variados. La oferta es tan amplia, que permite variar sin problemas el menú. Suelen estar compuestos, entre otras cosas de conservantes, colorantes, anti apelmazantes, etc.
Además estos productos suelen ahorrar tiempo, son de disponibilidad inmediata y cómoda facilidad para su preparación. Aunque su precio suele ser razonable, es siempre más elevado que si los cocina uno mismo.
Así como tener sus ventajas, estos productos más que nada suelen tener sus desventajas, uno de ellos es la dificultad de identificación en cantidad y calidad de los ingredientes. Por lo general, el consumidor no conoce la composición exacta de estos productos, a diferencia de los que se preparan en casa. Además, existen ciertas diferencias entre precocinados según la marca comercial: en cuanto al tipo de aceite o grasa de condimentación o cocinado y la proporción de otros ingredientes que los componen. Por ejemplo: en frituras tales como croquetas, barritas de pescado, etc., la proporción de rebozado y de contenido de bechamel de carne o pescado, etc. varían considerablemente.
Primeramente, las ventajas de estos productos es que son de larga conservación, son fáciles de preparar y son muy variados. La oferta es tan amplia, que permite variar sin problemas el menú. Suelen estar compuestos, entre otras cosas de conservantes, colorantes, anti apelmazantes, etc.
Además estos productos suelen ahorrar tiempo, son de disponibilidad inmediata y cómoda facilidad para su preparación. Aunque su precio suele ser razonable, es siempre más elevado que si los cocina uno mismo.
Así como tener sus ventajas, estos productos más que nada suelen tener sus desventajas, uno de ellos es la dificultad de identificación en cantidad y calidad de los ingredientes. Por lo general, el consumidor no conoce la composición exacta de estos productos, a diferencia de los que se preparan en casa. Además, existen ciertas diferencias entre precocinados según la marca comercial: en cuanto al tipo de aceite o grasa de condimentación o cocinado y la proporción de otros ingredientes que los componen. Por ejemplo: en frituras tales como croquetas, barritas de pescado, etc., la proporción de rebozado y de contenido de bechamel de carne o pescado, etc. varían considerablemente.
Estos productos suelen tener alteraciones en el valor nutritivo y pierden nutrientes. A pesar de que cada vez las técnicas de elaboración de precocinados minimizan en mayor medida las pérdidas nutritivas, las comidas preparadas no son tan nutritivas como las caseras, esas que en ocasiones llevan toda una mañana. Esto es debido a que generalmente dichos alimentos ya están cocidos, por lo que pierden una considerable cantidad de nutrientes y además cada vez que se calientan, abandonan buena parte de su aporte de vitaminas. Este tipo de alimentos suelen contener condimentos y a veces sueles ser demasiado fuertes y causar indigestiones. También poseen excesiva cantidad de azúcar y sal para realzar su sabor. Esto puede resultar dañino para las personas diabéticas y para quienes padecen problemas de la presión. Aquellos productos que son congelados, son sometidos a un proceso que inhibe el crecimiento de enzimas y, por lo tanto, de bacterias. En algunos casos se desconocen la composición exacta y la procedencia de los ingredientes con que son elaborados. Dicho de otra manera, estos alimentos son menos nutritivos que los alimentos preparados en casa.
Existe otra opción que últimamente está sonando mucho entre la gente que se preocupa por la comida que nos venden en los súper mercados, la creación de los huertos caseros, aunque a muchos les suene una idea de pueblo o de rancho, es la única opción de que estemos seguros de que es lo que nos estamos comiendo, ya que nosotros mismos nos encargaríamos de todo su proceso y utilizaríamos los elementos que nosotros decidiéramos.
Son fáciles de hacer ya que últimamente existen muchos talleres
en los que se capacite a la gente para que lleve a cabo sus huertos con éxito,
incluso en la UANL, el grupo Nutre UANL estará impartiendo un taller en algunas
colonias donde enseñaran a todo cuanto lo desee a crear su propio huerto en
casa.
Lo más importante son las ventajas que esto puede traer para
nuestra alimentación como pueden ser:
a. Proveer alimento fresco a la familia durante
todo el año.
b. El consumo de los alimentos frescos mejora la
salud.
c. El sabor de los alimentos frescos es mejor y
son ricos en vitaminas.
d. Si se produce gran cantidad, se pueden vender
y crear otra fuente de ingresos.
e. El esfuerzo físico produce buena condición
física.
f. La práctica de sembrar fomenta la paz mental y
alivia el “stress”
Esto es a lo que tendríamos que llegar a
consecuencia de toda la comida transgénica que nos venden, dejar el consumismo
de los grandes dueños del mercado, dejar de querer entrar en un grupo social que
cada reunión la festejan con unas deliciosas hamburguesas de mc donalds, de las
cuales nadie tiene ni la menor idea de su origen ni su proceso, tenemos que
empezar por interesarnos que estamos comiendo y de donde viene, preocuparnos
mas por comer “saludable” aunque tengamos que tener nuestras propias cosechas
en nuestros jardines.
Equipo:
Paulina Alvarez Lira
Francisco Morales Rodriguez
Carlos Maximiliano Perez Flores
Tania Alejandra Valdes Morales
Cecilia Tijerina
Ana Laura Gómez Banda
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